Alejandro Alassia, Pablo Malfante, María Inés Hechem, Yanina Scarillo, Melina Montiel, Amalia Falcón, Alejandra Glaser
Equipo Multidisciplinario de Cuidados Continuos (EMCC). Hospital Privado de Comunidad, Córdoba 4545. (B7602CBM). Mar del Plata, Argentina.
Rev HPC 2020; 21: 39-45
Pacientes que no se beneficiarían de Terapias Invasivas o estancia en UTI
La determinación del pronóstico de sobrevida de los pacientes es elemental para guiar en la toma de decisión acerca de prever el beneficio de terapia intensiva en una situación de emergencia comunitaria que implique saturación del sistema de salud.
En la situación sanitaria potencial en la que exista un conflicto en el que los recursos necesarios superen los disponibles deberán emplearse estrategias de triage para el ingreso a UTI para maximizar el beneficio del bien común. Deberán coordinarse los diferentes servicios implicados en la decisión. Cuando sean adecuado limitar el esfuerzo deberá coordinarse con el servicio de cuidados paliativos para el cuidado de la persona, de síntomas y/o sedación paliativa si lo requiera como también el cuidado de la familia sea cual fuera el ámbito.
Los paciente con Directivas Anticipadas de no ingreso a UTI o que por su condición clínica no serán beneficiados con ella (prioridad 3 y 4, ver más adelante) o que ingresados a UTI presenten criterios de deterioro en el SOFA a la 48 horas y la circunstancia éticas evaluadas podrá adecuarse el esfuerzo priorizando el confort hasta su fallecimiento intentando el enfoque más personal posible del paciente y su familia
Intentaremos abarcar criterios específicos de no beneficio, alternativas que contemplen las buenas prácticas, el cuidado continuo sea cual fuere el escenario, guías a familias en situación de crisis, manejo del fallecimiento y del duelo en época COVID-19.
CONTRAINDICACIÓN DE INGRESO A UTI
Enfermedad Oncológica Avanzada:
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- Enfermedad metastásica o locoregional avanzado y en progresión (Tumores sólidos). Calcemia > 12 mg/dl, albúmina < 3,5 g/l, compresión medular, derrame pleural, ascitis
EPOC:
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- Disnea CF III-IV, IMC<21 FEV1<30% CVF<60%, Oxigeno domiciliario, cardiopatía asociada
Enfermedad cardíaca crónica:
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- Disnea CF III-IV, Insuficiencia cardíaca NYHA EIII-IV, enfermedad valvular severa no Qx, enfermedad coronaria no revascularizable, FE<30% por Eco, Insuficiencia renal asociada con IFG <30l/min
Demencia:
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- IMC<18,5, UPP, broncoaspiración recurrente, disnea, GDS 6-7
Enfermedad hepática crónica:
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- >50 años, BT >23, IFG <40 ml/min, ascitis, encefalopatía. Child C (fuera de las complicaciones). MELD-Na >30
Enfermedad renal severa:
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- >80 años, albúmina <3,5, IFG <15
Enfermedad neurológica degenerativa: ELA, EM, Parkinson
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- Deterioro progresivo físico y cognitivo, disfagia, trastorno del habla persistente, neumonía por broncoaspiración recurrente
En la situación excepcional de pandemia prevalece el deber de planificar, el principio de justicia distributiva y la maximización del beneficio global teniendo conciencia de la justa asignación en la distribución de los recursos sanitarios limitados. La elevada mortalidad del distress respiratorio a causa del Covid-19 implica que sólo algunos pacientes se beneficiarán de los recursos especializados. Sumado a la situación de pandemia que conlleva un desequilibrio entre necesidades y recursos disponibles en imprescindibles establecer un triage al ingreso basados en privilegiar la mayor esperanza de vida mediante el principio de proporcionalidad y justicia distributiva, para maximizar el beneficio del mayor número de pacientes.
Es esencial informar a los pacientes a quienes se apliquen los criterios por una cuestión deontológica y de persona basada en la dignidad de la vida humana.
Lo prioritario es realizar una planificación “proactiva” con estrategias escalonadas que posibiliten contener la situación y la mejor disponibilidad y aprovechamiento de los sistemas y recursos. Evitando de este modo las pérdidas debido al uso de recursos de forma inapropiada e improvisada con los efectos colaterales e indeseables que trae aparejado esta manera de responder/actuar a la demanda.
Los principios claves considerados claves en gestión de situaciones en atención de crisis son:
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- Justicia.
- Deber de cuidar.
- Deber de administrar recursos.
- Transparencia.
- Consistencia.
- Proporcionalidad.
- Responsabilidad.
Los objetivos principales de las recomendaciones se resumen en:
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- Apoyar a los profesionales en la toma de decisiones difíciles, facilitando criterios colegiados que permitan compartir la responsabilidad en situaciones que implican una gran carga emocional.
- Explicitar unos criterios de idoneidad de asignación de recursos en una
situación de excepcionalidad y escasez.
En ambos objetivos la presencia del equipo de Cuidados Paliativos, es esencial ya que posibilita el uso de una comunicación efectiva y de gestión de las emociones, brindando contención y asistencia a la persona que se encuentra afectada en su salud, a sus familiares y al equipo de salud.
CRITERIOS DE PLANIFICACIÓN EN UCI:
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- Valorar ingreso y posibilidad de transferencia/derivación.
- Valorar la ampliación y mejora de recursos en las UCI existentes.
- Establecer el triaje de ingreso en función de los principios de justicia y distribución equitativa.
- Priorizar la solidaridad intra e interinstitucional.
Se utilizan los criterios clásico de ingreso en UCI que se dividen en un modelo de cuatro prioridades:
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- Pacientes con Prioridad 1: pacientes críticos e inestables. Necesitan monitorización y tratamiento intensivo que no puede ser proporcionado fuera de la UCI.
- Pacientes con Prioridad 2: precisan monitorización intensiva y pueden necesitar intervenciones inmediatas. Son pacientes que no requieren VNI, pero demandan altos requerimientos de oxigenoterapia con PaO 2 /FiO 2 menor de 200 o menor de 300 con fracaso de otro órgano.
- Pacientes con Prioridad 3: inestables y críticos que tienen pocas posibilidades de recuperarse a causa de su enfermedad de base o de la aguda. Pueden recibir tratamiento intensivo para aliviar su enfermedad aguda, pero también establecerse límites terapéuticos como, por ejemplo, no intubar y/o no intentar la reanimación cardiopulmonar.
- Pacientes con Prioridad 4: el ingreso no está generalmente indicado debido a un beneficio mínimo o improbable por enfermedad de bajo riesgo. Pacientes cuya enfermedad terminal e irreversible hace inminente su muerte.
En la presente situación de emergencia sanitaria las prioridades de ingreso serán: pacientes con Prioridad 1 en hospitales que dispongan de dispositivos de cuidados intermedios, dejando estos últimos para los pacientes con Prioridad 2, pacientes de Prioridades 3 y 4, en casos de crisis, no ingresarán en unidades de cuidados intensivos.
MANEJO SINTOMÁTICO Y EN FIN DE VIDA DE LOS PACIENTES CON COVID-19
Debido a la situación de emergencia sanitaria mundial debido al COVID-19 se han propuesto guías de rápido manejo que deberán ser adecuadas a cada entorno institucional o domiciliario y ser dinámicas en su modificación a la luz de nuevas evidencias.
La gran mayoría de los pacientes tendrán síntomas leves por la enfermedad que irán desde un espectro de mialgias, tos, odinofagia, fiebre hasta astenia severa, disnea progresiva y síndromes confusionales que puedan conducir a la muerte en un corto plazo de tiempo.
Un 20 % de los pacientes pueden presentar cuadros más graves y de más rápida evolución como sería la astenia, el distrés respiratorio o el delirium.
Se recomienda minimizar el ingreso a las habitaciones y emplear infusiones continuas a través de bombas de infusión o bombas elastoméricas asociadas a dosis de rescates para las crisis o exacerbaciones de disnea o delirium.
Fiebre
La fiebre puede estar presente durante la infección y en final de vida. Se recomienda paracetamol a dosis 1 g cada 8 hs o dipirona 500 mg cada 6 hs.
Disnea
La disnea puede ser un síntoma intenso en fase avanzada y generar alto impacto y sobrecarga emocional. Una manera de evaluar la intensidad de la disnea es usar la escala analógica numérica de 11 puntos. De 1 a 3 leve, de 4 a 6 moderado, de 7 a 10 severo.
Como medida general se sugiere entrar la menor cantidad de veces a la habitación para evitar la exposición al contagio pudiendo en lo posible administrar medicación en infusión por BIC o bombas elastoméricas. Se contraindica el uso del aire en la cara por el riesgo de aerosolización que provoca como así también las nebulizaciones. El oxígeno debe ser mantenido permanentemente según su tolerancia
La disnea secundaria a infección por COVID-19 tiene una incidencia mayor en pacientes graves y será esperada en pacientes próximos al final de sus vidas. El tratamiento farmacológico de la disnea es la morfina en dosis de 2,5 mg ev cada 4 hs o 20 mg ev en bomba de infusión continua (BIC). La dosis de rescates será de ⅙ de la dosis diaria.
Tos
Existe limitada evidencia en el manejo efectivo de la tos aguda aunque la indicación de codeína, dextrometorfano o dosis bajas de morfina podría ser beneficioso en los pacientes por ser un síntoma desagradable y un agravante de la disnea. La dosis de codeína es de 30 mg cada 4-6 hs, dextrometorfano 15-30 mg cada 6 hs o morfina 10 a 15 mg en el día. Si presenta disnea y tos se sugiere usar morfina.
Ansiedad
La ansiedad como la disnea deberían ser interpretada como el resultado de un constructo multidimensional. La ansiedad puede ser secundaria a la disnea, al aislamiento a la soledad, al miedo a la muerte. Las técnicas de relajación y de respiración en casos leves y las benzodiacepinas en casos más graves son la elección. En caso de la medicación se indica 15 mg de midazolam en BIC con rescates de 3 mg
Delirium
Los paciente con COVID-19 presentarán de manera frecuente síndrome confusional multicausal secundario a la infección en un paciente con comorbilidades y probable edad avanzada siendo de rápida evolución, con posibilidad de componente hiperactivo siendo de gran impacto para el paciente la familia y el personal de salud que lo cuide. Debido a que es infravalorado e infradiagnosticado se sugiere mantener alto índice de sospecha especialmente durante la noche.
Se sugiere que el personal que evalúe al paciente utilice algún instrumento de cribado rápido que pueda ser aplicado por el equipo médico o de enfermería. El Confusion Assessment Method en un instrumento rápido que tiene una sensibilidad y especificidad mayor al 95%.
1. Inicio agudo y curso fluctuante: ¿Hay evidencia de un cambio del estado mental del paciente con respecto a su estado previo hace unos días?, ¿Ha presentado cambios de conducta el día anterior, fluctuando la gravedad?
2. Inatención: ¿Presenta el paciente dificultades para fijar la atención? (p. ej., se distrae fácilmente, siendo difícil mantener una conversación; las preguntas deben repetirse, contesta una por otra o tiene dificultad para saber de qué estaba hablando)
3. Desorganización del pensamiento: ¿Presenta el paciente un discurso desorganizado e incoherente, con una conversación irrelevante, ideas poco claras o ilógicas, con cambios de tema de forma impredecible?
4. Alteración del nivel de conciencia: ¿Qué nivel de conciencia presenta el paciente? 1. Alerta (normal) 2. Vigilante (hiperalerta) 3. Letárgico (somnoliento) 4. Estuporoso (difícil despertarlo) 5. Comatoso (no se despierta)
Para el diagnóstico de delirium utilizando el CAM, se requiere que sean afirmativas las preguntas 1 y 2, más 3 y/o 4.
El CAM solo diferencia delirium si o delirium no con alta sensibilidad y especificidad, no la severidad del delirium ni la causa. Existen 3 subtipos de delirium: Hipoactivo, hiperactivo o mixto. Se deben tratar los precipitantes tratables y de brindar control sintomático con neurolépticos o sedación paliativa sin no hubiese control adecuado.
El tratamiento farmacológico de elección de los síntomas de delirium son los neurolépticos ya sea el haloperidol, levomepromazina o clorpromazina. La experiencia en España y en Italia sugieren levomepromazina debido a que tiene mayor poder ansiolítico y ser más sedativo con dosis de inducción de 12,5 mg ev y 50-75 mg de mantenimiento.
Sedación paliativa
La sedación paliativa es una terapia de último recurso con el objetivo de reducir la conciencia debido a la existencia de un síntoma que se ha vuelto refractario en su tratamiento y a su vez es intolerable para el paciente provocando intenso sufrimiento. La decisión de sedación paliativa debería ser tomada en conjunto con el equipo tratante ya sea UTI, clínica médica, cuidados paliativos y el staff de enfermería. Una vez consensuado se recomienda el registro adecuado del proceso de toma de decisión en la historia clínica para que se entendida como una maniobra entorno a la refractariedad y severidad del síntoma.
Debe suspenderse la medicación oral, heparina, antibióticos, antivirales, alimentación, transfusión.
Se sugiere una vez iniciada la sedación paliativa monitorear su seguimiento con algún instrumento como el RASS (Richmond Agitation Sedation Scale)
La sugiere la dosis de inducción para reducir la conciencia de 5 mg de midazolam ev asociado a 5 mg de morfina ev hasta lograr un valor numérico del RASS acorde al confort del paciente. Se sugiere hasta RASS -2 o -3. El midazolam (sin morfina) puede ser administrado hasta cada 10 minutos hasta alcanzar el nivel de sedación deseado. La dosis de mantenimiento en la mayoría de los pacientes serían de 2 mg/hora de midazolam.
La dosis recomendada para una infusión endovenosa continua en un paciente COVID-19 que se decide sedación paliativa hasta su fallecimiento es:
1. Morfina 30 mg (3 ampollas de 10mg/ml=3ml)
2. Midazolam 45 mg (3 ampollas de 15 mg/3 ml=9ml)
3. Bromuro de Hioscina 60 mg (3 ampollas de 20mg/ml=3 ml)
Esta medicación puede ser administrada en BIC en 100 o en 250 cc en 24 hs. La dosis de rescates serán de midazolam 5 mg ev. Si presenta sedación insuficiente se recomienda luego de cada rescate aumentar el ritmo de infusión 1 mg/h de midazolam. (ej: en 100 cc 45 mg de midazolam a 4 ml/h equivale a midazolam 2 mg/h, continúa inquieto enfermería aplicaría dosis de rescate ev y al mismo tiempo subiría 1 o 2 mg/h al ritmo previo, es decir a 6 ml/h u 8ml/h. En el caso del baxter de 250 cc a 10 ml/h se subiría a 15 ml/h o 20 ml/h).
RECOMENDACIONES SUGERIDAS DESDE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CUIDADOS PALIATIVOS (SECPAL) Y LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ENFERMERÍA DE CUIDADOS PALIATIVOS (AECPAL) PARA EL ACOMPAÑAMIENTO A FAMILIARES.
El relación al acompañamiento, la atención que se debe proporcionar a todos los pacientes, especialmente a los más vulnerables, debería incluir siempre que sea posible hacerlo, la asistencia psicológica y espiritual, que debe extenderse a su círculo familiar o de cuidadores, como ingrediente imprescindible en el acompañamiento del enfermo y, específicamente, de aquel sometido a cuidados paliativos o en fase terminal.
Debe mencionarse especialmente la gestión del duelo ante el fallecimiento del paciente por parte de su familia y allegados, que puede verse dificultada en situaciones extremas como la que nos ocupa. Deberían articularse los medios y procedimientos necesarios para que, aún en situaciones difíciles motivadas por las necesidades de aislamiento y riesgo de transmisión, los familiares pudieran acceder a los enfermos en los momentos finales de su vida si fuera posible, implementando los medios de precaución necesarios, y despedirse de ellos tras su fallecimiento, circunstancia que contribuiría a la superación del duelo.
GUIA PARA PROFESIONALES EN LA ATENCIÓN DE PACIENTES Y SUS FAMILIAS FRENTE A LA POSIBILIDAD DE FALLECIMIENTO, MANEJO DEL FALLECIMIENTO EN ÉPOCA DE COVID-19.
Es importante tener el registro que los profesionales implicados en situaciones de gran impacto y vulnerabilidad como la que estamos viviendo en estos momentos no son inmunes a las secuelas psicológicas que la pandemia trae aparejada. Somos seres humanos, también somos vulnerables y debemos cuidarnos.
Al estrés normal de nuestra labor asistencial, se le suma el esfuerzo personal de autorregulación y disociación para poder estar y dar lo mejor en estos días. La sobredemanda asistencial, la falta de recursos materiales y humanos, la gravedad de la situación, la incertidumbre, las dificultades en la comunicación, pueden traernos como consecuencias un desgaste emocional y físico que debemos estar atentos.
Estas situaciones pueden producir en un primer momento respuestas de estrés agudo, que afectan en varios niveles y se caracterizan por:
1 - A nivel físico: náuseas, fatiga, escalofríos, mareos, dolor de cabeza, taquicardia.
2- A nivel emocional: ansiedad, miedo, irritabilidad,
3-A nivel cognitivo: hipervigilancia, pensamientos intrusivos, confusión, preocupaciones.
4- A nivel comportamental: incapacidad para descansar, para comer o comer compulsivamente, habla acelerada, gritos.
5- A nivel Interpersonal: dificultades en la comunicación, malos entendidos, evitación del conflicto.
Para prevenir que este malestar se eleve a niveles más graves (burnout, estrés post traumáticos), es importante poder desarrollar alguna de estas sugerencias:
1- Propiciar el pase de sala o reuniones de equipo que incluya a todo el personal que se encuentra abocado a la atención de los pacientes con COVID-19 (médicos, enfermeros, mucamas, personal de limpieza).
2- Buscar apoyo emocional en compañeros y familia.
3- Incluye algún tipo de actividad física en los momentos de descanso o practica de meditación al inicio y al final de la jornada laboral.
4- Utiliza los profesionales de salud mental (psicólogos y psiquiatras) de la institución en búsqueda de apoyo y contención.
5- Siempre el sentido del humor es un buen recurso.
6- En los momentos de descanso, escuche música, es un regulador emocional.
7- Ante el fallecimiento de un paciente o persona conocida, realice algún ritual que habilite el poder detenerse, reflexionar y después seguir.
Es de gran importancia la labor de los profesionales sanitarios en estos momentos tanto para facilitar al paciente que pueda irse tranquilo, y de alguna maner acompañado, como para que los familiares puedan pasar por estos momentos sintiendo que acompañan y expresan sus emociones al familiar que está en los ultimos dia de vida. para ello le damos las siguientes pautas:
el objetivo es ser el mediador y transmisor de información en la medida de lo posible para que ambas partes se sientan acompañado e informados, de esa manera evitamos la incertidumbre, sentimientos de abandono y soledad, facilitando el bienestar y el acompañamiento entre paciente y familia.
Llamadas o videollamadas con familiares:
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- Tomarse el tiempo para realizar la llamada.
- Hacerlo en un lugar donde no haya ruidos y no sea interrumpido.
- Presentarnos.
- Dar información clara y progresiva.
- Dar la opción de preguntar y responder sus preguntas, si no tenemos la información que necesita se lo comunicamos, si pensamos que es posible darle esa información en otro momento se lo hacemos saber, esto le dará tranquilidad.
Durante la Internación.
Con el paciente: Recorrida diaria, además del contacto por videollamada con personal medico y enfermeria.
Con la familia: Partes médicos, a través de videollamada o llamada por lo menos dos veces por día, mientras el paciente esté estable.
Cuando el paciente entre en situación de últimos días.
Con el paciente: brindar información veraz, progresiva y tolerable sobre evolución y pronostico. transmitirle que su familia está siendo informada. dar accesibilidad para dar algún mensaje a su familia, facilitando los medios.
Con la familia: brindar información sobre evolución , posible sedación paliativa y pronóstico; informar sobre la atención que está recibiendo el paciente por parte del equipo medico y enfermeria. es importante que la familia sepa que su ser querido está sabiendo cual es su situación y el porque no es conveniente que ellos lo acompañen. se darà accesibilidad vía telefónica y si es posible, que la familia acerque algún recuerdo u objeto significativo para el paciente.
Cuando el Paciente fallezca.
El objetivo es facilitar, dadas las circunstancias, que los familiares puedan sentirse acompañados, informados y puedan tener posibilidad de estar cerca de alguna manera de su familiar fallecido. La actitud del profesional sanitario es muy importante, un gesto, una mirada de cariño, unas palabras de comprensión hacen que el familiar se sienta acompañado en ese momento tan difícil.
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- Avisar telefónicamente a la familia. Informar los procedimientos a seguir y dar accesibilidad a equipos de salud mental.
- Explicar los protocolos en relación a COVID-19 y la imposibilidad de establecer contacto físico con el fallecido.
- Facilitar ritual de despedida.
GUÍAS A FAMILIAS EN SITUACIÓN DE CRISIS, MANEJO DEL FALLECIMIENTO Y DEL DUELO EN ÉPOCA COVID-19.
Nos encontramos ante una situación excepcional, dinámica que hace que estemos más alertas. El escenario cambió: el paciente se encuentra aislado y solo ingresa un mínimo de profesionales a la habitación. Su familia y/o allegados no pueden ingresar y acompañar a lo cual estamos acostumbrados, esa atención directa con la persona, al lado, junto a su cama. Ahora la situación nos enfrenta a redireccionar nuestro quehacer como profesionales, como personas, hoy desde otra mirada, pero no por eso deja de ser una mirada integradora. Nuestro desafío será poder acompañar implementando otras herramientas que permitan una comunicación con el otro y su entorno, no de cara a cara, de ahí el desafío, sino de una comunicación intra muros, utilizando los medios de comunicación viables ante el escenario que se nos presenta (telefónica y /o videollamada) y poder lograr de esta atención particular que sea lo más humanizada posible.
Nos abocamos a evitar sufrimiento y acompañar ante el proceso de enfermedad, toma de decisiones, acompañar en algunos casos al buen morir, respetando el derecho de toda persona a una muerte digna, tratando en todo momento de brindar beneficio.
“No deberíamos permitir que ninguna persona muera sola” “No debemos abandonar a aquellas personas que sufren, debemos brindar los mejores cuidados hasta el final”
Las personas con Covid-19, con gran sufrimiento y que por su situación no tengan criterios de ingreso en Terapia intensiva o instancia en UTI, serán subsidiarios de recibir los cuidados necesarios orientados a aliviar, en la media de lo posible, la sintomatología y el sufrimiento en situación de últimos días.
Es importante definir una política institucional para regular visitas de la familia acorde a las necesidades epidemiológicas del aislamiento con un criterio racional cuando se determine que el paciente no se beneficiaria de terapias invasivas y se encuentre fuera de la UTI
Durante proceso de internación hospitalaria ante la posibilidad de recibir acompañamiento familiar se tendrá en cuenta:
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- Si la persona que ejerce de cuidadora/o está asintomática y no presenta comorbilidades asociadas se tratará de facilitarle la opción de permanecer junto a el paciente, según sus deseos, manteniendo la distancia de seguridad adecuada. El objetivo de esta medida es, mejorar la vigilancia de la persona enferma, en situaciones de crisis, pudiendo avisar a enfermería de forma precoz, así como, favorecer el acompañamiento a la persona, proporcionando el espacio y tiempo para que se produzca la despedida.
- Durante este aislamiento, el familiar no podrá salir de la habitación y se le debería proporcionar dieta y cuidados como a la persona enferma, así como las pautas básicas de actuación y medidas de precaución. Tras el fallecimiento, la persona acompañante tendrá que permanecer en aislamiento preventivo en el domicilio durante 15 días. Se justifica tal medida, en el contacto previo, en la excepcionalidad de la situación y en la necesidad de humanizar la misma.
- En caso de que familiar y/o allegado de la persona enferma no cumpla los requisitos para poder acompañarla presencialmente durante su ingreso, el equipo médico facilitará que puedan mantener contacto por videoconferencia o telefónicamente, contando con los medios disponibles. Siempre que la situación de la persona enferma lo permita y siempre que sea el deseo de todas las personas implicadas.
- Consensuar con el paciente y/o la familia, la adecuación del esfuerzo terapéutico, comprobando la existencia o no de Testamento Vital y/o Voluntades Anticipadas realizadas por la persona enferma. En caso de existir, incorporarlos en las decisiones a tomar.
Es muy importante mantener a los familiares informados, siempre que el paciente esté de acuerdo con ello, y responder a las preguntas e inquietudes que puedan surgir durante el proceso en el que se realizará acompañamiento psicosocial. Siempre que se cuente con recursos de Psicología y Trabajo Social, se recomienda poner en conocimiento de los mismos para su valoración. En caso de realizar visita presencial, deberán hacerlo siguiendo las medidas de seguridad y protección establecidas por parte del Ministerio de Salud. Si no fuera posible, abordar estrategia con médico y/o enfermera.
En caso de que la persona enferma vaya a permanecer sola, asegurar que tenga el timbre a mano para facilitar su comunicación siempre que lo precise. El equipo de enfermería deberá hacer un seguimiento continuo y continuado del paciente para detectar de forma precoz las situaciones de crisis, entrando en la habitación con EPP sólo uno de ellos, minimizando la exposición, pero no el seguimiento.
Preparar a la familia en relación con las circunstancias actuales que se pueden producir respecto al fallecimiento de su ser querido: no realización del velatorio, no rituales de la manera tradicional. Ayudando a dar sentido a estos procedimientos y así facilitar la elaboración del duelo. Aquí la importancia del abordaje inter y multidisciplinario para contener y acompañar tanto al equipo de atención directa como al entorno del paciente.
Es necesario conocer si la persona cuenta con ingresos económicos suficientes o no de cara a las cuestiones referidas a la cremación (aquí se debe aplicar protocolo actualizado en nuestro país, en caso de dificultades en este sentido, derivar a Trabajo Social).
Como transmitir el fallecimiento de un paciente a sus familiares
Los familiares de los pacientes con COVID 19 manifestarán probablemente la carga emocional adicional de la existencia de barreras en la comunicación. Los pacientes pueden evolucionar a un deterioro rápidamente. La comunicación será esencial para un adecuado duelo de los seres queridos. Existen muchos modelos de dar malas noticias y aquí se comparte el modelo de 6 pasos de Buckman R. 1992 (SPIKES protocol) que consta de los siguientes pasos:
1. Preparar el escenario: Implica prepararse mediante la información de como ha sido la evolución clínica en los últimos días, estar seguros de como transmitir la información, intentar ser empáticos en la comunicación, estar calmados y hablar despacio.
2. Indagar acerca de la percepción que tiene de la situación: Comenzar preguntando ¿Cómo está ud. con todo esto? Determinar que sabe de la situación, ¿Qué es lo que le han contado hasta ahora de cómo está su familiar?
3. Pedir permiso para ofrecer información: Este paso es preparar al familiar de que se dará una mala noticia ¿Quiere que le cuente cual es la situación en este momento?
4. Dar información: Transmitir de manera segura con tono adecuado “lamento decirle que no tengo buenas noticias”, esperar la reacción con silencios y continuar con información concreta y clara evitando palabras difíciles.
5. Responder a las emociones: Identificar y nombrar ayudará a afrontarlas, ¿esperaba que esto sucediera?, “es normal sentirse de esta manera”
6. Evaluar lo comprendido: ¿Hay algo más que necesite saber?, estaremos por aquí si necesita seguir conversando de lo que sucede.
REFERENCIAS
-
- World Health Organization. https://www.eapcnet.eu/publications/ coronavirus-and-the-palliative-care-response
- Instrumento NECPAL CCOMS-ICO versión 3.1.2017
Prognostication in advanced cancer: update and directions for future research. Hui D et al Supportive Care in Cancer 2018 - Recomendaciones eticas para la toma de decisiones en la situación excepcional de crisis por pandemia covid-19 en las unidades de cuidados intensivos (SEMICYUC) Marzo-2020 www.semicyuc.org
- Downar, J. Seccareccia, D. Palliating a Pandemic: “All Patients Must Be Cared For”. J. Pain Symptom Manage. 39, 291–295 (2010).
- Documentos COVID-19 Secpal (Sociedad Española de Cuidados Paliativos)
The MD Anderson Supportive and Palliative Care Handbook fifth edition 2015 - Leong, I. Y.-O. et al. The challenge of providing holistic care in a viral epidemic: opportunities for palliative care. Palliat. Med. 18, 12–8 (2004)
Buckman, R. (2005). Breaking Bad News: The S-P-I-K-E-S Strategy. Community Oncology 2, (2), 138- 14 - Guía rápido de apoyo a control sintomático en pacientes avanzados con covid-19 CUN Versión 4.0 (03.04.2020)
- Crisis Symptom Management and Patient Communication Protocols Are Important Tools for All Clinicians Responding to COVID-19 : https://doi.org/10.1016/j.jpainsymman.2020.03.028