La pérdida de audición o hipoacusia, es uno de los problemas crónicos discapacitante más comunes en nuestra población. Puede afectar tanto a niños como a adultos y trae con ella consecuencias como retraso en el desarrollo cognitivo, aislamiento social y depresión. Según su gravedad se clasifica en leve, moderada, severa y profunda. En la Argentina, la ley Nº 25.415 establece el derecho de todos los recién nacidos a ser evaluados para conocer su condición auditiva. Además, el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, contempla el tratamiento en forma oportuna a través del equipamiento con audífonos o con implantes cocleares con el fin de promover el desarrollo del lenguaje y la integración social.
1- ¿Qué es un implante coclear (IC)?
El implante coclear es un dispositivo de alta tecnología, creado para restituir
la audición en pacientes con sordera severa o profunda, que no se benefician con audífonos.
Funciona transformando el sonido en señales eléctricas y llevando la misma
al cerebro por el nervio auditivo, quien lo reconoce como sonido. Este equipo se compone de dos partes: una interna, colocada dentro del cráneo y otra externa por detrás del pabellón auricular. El exterior consta de un Micrófono, el cual recoge los sonidos, que pasan por el Procesador. Este último selecciona los más útiles para la comprensión del lenguaje y envía señales al Transmisor o Bobina, que codifica los sonidos que van al Receptor. Estos, Transmisor y Receptor permanecen unidos a través de un imán. Dentro del cráneo se encuentra el Receptor/estimulador, que se implanta detrás del pabellón auricular, el cual envía las señales eléctricas a los Electrodos, que se introducen en el interior de la cóclea y estimulan el nervio auditivo.
2- ¿En qué casos es necesario?
En Argentina, el implante coclear está indicado en pacientes mayores a un
año de vida con hipoacusia tanto unilateral como bilateral, de severas a profundas. A excepción de pacientes que sufrieron meningitis, quienes deben implantarse antes de los 12 meses de edad, debido a que esta enfermedad produce osificación coclear temprana. Se demostró que la implantación precoz presenta beneficios auditivos y del desarrollo lingüístico en menores de 2 años.
En líneas generales, los pacientes que se benefician del IC son aquellos
pacientes que padecen hipoacusia neurosensorial severa a profunda, uni o bilateral, que tienen nulo o escaso beneficio con el uso de audífonos más los siguientes requisitos: menores de 5 años sin alteraciones cognitivas, hipoacusia secuelar postmeningitis, neuropatía auditiva genética o adquirida, malformación coclear bilateral implantable, ceguera, tinnitus discapacitante, entre otras.
3- ¿Cómo mejora la calidad de vida?
El IC precoz en niños previene el deterioro cognitivo y retraso del lenguaje,
ayudando a la integración escolar e inclusión social reduciendo el impacto
negativo sobre la familia.
El IC en adultos, sobretodo el bilateral, brinda seguridad ya que no sólo devuelve audición, sino que también permite una mejor localización y percepción tanto de los sonidos como de las palabras, posibilitando la participación en las conversaciones y en las actividades sociales, evitando el aislamiento y la depresión.
Servicio de Otorrinolaringología del HPC
El Servicio de Otorrinolaringología del HPC realiza el diagnóstico y tratamiento de todos los tipos de hipoacusia tanto en niños como en adultos.