15 de febrero: Día Mundial contra el Cáncer Infantil

El cáncer infantil tiene una incidencia muy baja, pero constituye la primera causa de muerte por enfermedad en el grupo de niños de 5 a 15 años. Dentro de la denominación cáncer infantil se agrupan una serie de enfermedades con características propias definidas, cada una de ellas con un nombre, un tratamiento y un pronóstico especifico.

En Argentina, la tasa de incidencia de cáncer en menores de 15 años  es de 120 a 140 casos anuales por millón de niños, con lo cual se calculan aproximadamente 1.400 casos nuevos por año.

Muchos de los tumores pediátricos son exclusivos de este grupo etario, como el retinoblastoma, el neuroblastoma, el hepatoblastoma o el tumor de Wilms. Otras formas de cáncer pueden presentarse a cualquier edad, como las leucemias o linfomas, pero aun en estos casos, el comportamiento biológico, la respuesta a los tratamientos quirúrgicos, quimioterapia y radioterapia tienen características muy particulares en los niños con respecto a los adultos.

El diagnóstico precoz del cáncer infantil mejora el pronóstico de la enfermedad y disminuye la mortalidad. El diagnóstico oportuno permite realizar un tratamiento menos intenso que lleve alcanzar la curación con menores complicaciones, disminuyendo las secuelas orgánicas y psicológicas tanto en el niño, como en su familia.

La precocidad del diagnóstico tiene varias etapas.  El primer período se extiende desde la aparición de los primeros signos o síntomas hasta la realización de la primera consulta. En las primeras etapas muchos tumores son asintomáticos y el tiempo silencioso varía según la biología y la ubicación de cada tumor. En algún momento comienzan los signos o síntomas que pueden ser inespecíficos o por compresión o invasión de órganos. Muchas veces los síntomas se asemejan a los de las enfermedades comunes o molestias frecuentes y no siempre son tomados en cuenta por los padres. Esto depende de muchos factores, entre ellos del nivel de educación, información médica, escolaridad y creencias familiares.

El segundo período se extiende desde la primera consulta con un pediatra hasta la derivación a un centro especializado que cuente con al menos un oncólogo infantil. Teniendo en cuenta que el cáncer en pediatría es una rareza es importante la formación de los médicos de primer nivel de atención para tener un alerta suficiente para indicar una consulta especializada.

El tercer período es aquel que transcurre desde el ingreso del niño a un centro especializado con sospecha diagnóstica de cáncer hasta la confirmación. En nuestra institución, el área de pediatría cuanta con un oncólogo infantil,  permitiendo la temprana interacción entre profesionales, para que los niños con sospecha de padecer cáncer sean rápidamente evaluados en forma íntegra en el Hospital.

Según los datos aportados por el registro oncopediátrico argentino la sobrevida estimada a los 5 años del diagnóstico para todas las formas de cáncer infantil fue del 66%. La sobrevida a 5 años de los tres tumores más frecuentes fue del 67% para las Leucemias, del 55% para los Tumores del Sistema Nervioso Central, y del 77% para los Linfomas. El mejor pronóstico lo presentan los retinoblastomas con una sobrevida a 5 años del 91%.

Con respecto a la realidad local, en la provincia de Buenos Aires solamente se trata cáncer infantil en las ciudades de La Plata, Bahía Blanca y Mar del Plata, esto ocurre porque es necesario contar con gran cantidad de profesionales de la salud con especialización pediátrica para permitir el abordaje integral del niño con cáncer.

En Mar del Plata, el Hospital Privado de Comunidad (HPC) es uno de los únicos centros de salud en donde los pacientes pueden realizar el tratamiento , junto con el Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil . En el HPC se han tratado desde el año 2012 más de 30 pacientes pediátricos con diversos tipos de cáncer en forma completa en algunos casos y con derivaciones programadas oportunas a otros centros cuando el esquema de tratamiento indicado así lo requiriera.

Considerando la baja frecuencia de tumores malignos en niños, resulta imperativo el trabajo conjunto para lograr un diagnostico precoz que permita iniciar un tratamiento multidisciplinario oportuno para lograr en la mayoría de los pacientes la curación con la mínima cantidad de secuelas posibles tanto físicas como psíquicas en el niño y su familia.


Dra. Silvia Do Santos 
Especialista en Hematología y Oncología Pediátrica del HPC


En la fotografía: tres niños que se atendieron en el HPC y pudieron superar el cáncer.