
Los lunares son un tipo frecuente de crecimiento en la piel que generalmente aparecen como pequeños puntos marrones oscuros y son causados por grupos de células pigmentadas.
Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y en todas las edades, siendo más frecuentes en los primeros 20 años de vida.
Es común que muchos lunares benignos sufran cambios a los largo de la vida (color, tamaño, espesor, crecimiento de pelo). Pero también hay ciertos cambios que pueden indicar la presencia de un lunar maligno o Cáncer de piel.
Control de lunares y Cáncer de Piel
El control de lunares debe ser anual y más frecuente en algunas personas que tienen mayor riesgo de padecer Cáncer de piel (antecedente personal o familiar de Cáncer de piel, enfermedades genéticas que predispongan a la aparición de cáncer de piel).
Además de la evaluación médica anual de lunares es importante el autoexamen de piel, a través de la Regla ABCDE, que de forma sencilla nos permite detectar cambios en los lunares viejos o aparición de lunares nuevos con algunas características que llamen la atención para consultar antes al Dermatólogo.
¿Qué es la Regla ABCDE?
A (Asimetría): si se divide el lunar al medio, siendo una mitad es distinta de la otra.
B (Borde): irregular, mal definido.
C (Color): diferentes tonos de color en el mismo lunar.
D (Diámetro): más de 6mm de diámetro o aumento rápidamente de tamaño.
E (Evolución): si parte de un lunar o su totalidad se vuelve negro o en caso de que evolucionen y produzcan nuevos signos y síntomas, como picazón o sangrado.
Frente a la sospecha clínica de un lunar “atípico” o maligno se realiza cirugía para poder realizar la confirmación histológica (el patólogo mira las células que conforman el lunar con un microscopio).
¿Cuándo debo consultar al Dermatólogo?
- Aparición de una mancha o lunar en la piel con las características ABCDE.
- Crecimiento continuo de un lunar.
- Erosión, sangrado, costra sobre el lunar.
- Heridas en la piel que no curan después de varias semanas/meses.